lunes, 3 de agosto de 2015

BREVE INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA MINOICA

En el curso del segundo milenio a.C., mientras florece en Europa la cultura de la Edad del Bronce, con todas sus variantes regionales, se desarrolla en la cuenca del mar Egeo una espléndida civilización, que irradia de la isla de Creta.
El nombre de Minos, legislador mítico de la isla, se ha utilizado para designar todo este círculo cultural con el epíteto de minoico. Sus primeros habitantes no fueron gentes de habla indoeuropea , sino emigrantes de Asia que ocuparon la mayor parte de la zona en el Neolítico, a partir del  milenio sexto a.C.
La economía de esta primera civilización cretense se basaba principalmente en el cultivo de cereales y verduras, además de en la cría de animales domésticos.

Aproximadamente en el año 3000 a.C., comienza a observarse el comienzo de la Edad del Bronce en la isla. En estos momentos la población crea una pequeña diferenciación entre dos tipos de sociedades, las que siguen refugiándose en cuevas, por otra parte algunas aldeas se colocaban en la parte superior de algunos montículos o zonas a través de los cuales encontrarán una ventaja defensiva frente a sus enemigos, esto da a entender que la transición a la Edad del Bronce fue una época convulsa en la isla y que las disputas estaban a la orden del día.

La isla de Creta goza de una situación privilegiada, pues se encuentra en el centro de un mar muy frecuentado por comerciantes, esto produjo un rápido desarrollo cultural en sus habitantes así como el dominio naútico del mar Egeo.

La confianza en la flota era tanta, que esto llevo a los cretenses a construir ciudades y palacios sin fortificaciones defensivas. Siglos después este hecho llevaría a engaño a algunos historiadores y arqueólogos haciendo parecer que la civilización minoica tenía un tinte pacifista, nada más lejos de la realidad.

La religión minoica tenía como deidad suprema una diosa de la fertilidad, señora de los árboles, de las montañas y de las fieras.
Algo llamativo de la religión cretense es la ausencia de grandes templos monumentales, se cree que los ritos religiosos podían realizarse en grutas secretas o en pequeñas "capillas" en los palacios.

En el ámbito artístico, esta civilización fue un álito de aire fresco para la época, ya que pese a verse sométido a la influencia de la gran potencia económica, política y cultural de la época, Egipto, en el campo de las artes buscaron fórmulas propias alejadas de la tradición egipcia, buscando inspiración en los paisajes propios de la isla. Y a pesar de encontrar algunos rasgos característicos del arte egipcio como puede ser el colocar a las figuras de perfil en las pinturas, vemos como hay un claro interés por el naturalismo y por la belleza de la imagen.

En cuanto a la arquitectura cretense, los mayores ejemplos de ella son los palacios señoriales. No se conoce el número exacto de palacios que existieron pero poco a poco se van descubriendo cada vez más detalles sobre estos. El más importante es el palacio de Knossós. De este palacio se cree que surge el mito del minotauro, pues constaba de una planta muy enrevesada e irregular, por ello sería normal que los visitantes se perdieran en él y a partir de este hecho comenzara dicho mito.


A día de hoy se sigue desconociendo la causa del fin de esta maravillosa civilización, es bien conocido que durante la existencia de esta se sucedieron las diferentes destrucciones de grandes ciudades y palacios, algunas veces a causa de volcanes, otras por terremotos o incluso tsunamis. Pero siempre huvo una reconstrucción y posterior renacimiento de las ciudades, hasta que finalmente por una causa desconocida las antiguas grandes ciudades fueron abandonadas y quedaron desoladas durante un largo tiempo.