En el curso del
segundo milenio a.C., mientras florece en Europa la cultura de la
Edad del Bronce, con todas sus variantes regionales, se desarrolla en
la cuenca del mar Egeo una espléndida civilización, que irradia de
la isla de Creta.
El nombre de Minos,
legislador mítico de la isla, se ha utilizado para designar todo
este círculo cultural con el epíteto de minoico. Sus primeros
habitantes no fueron gentes de habla indoeuropea , sino emigrantes de
Asia que ocuparon la mayor parte de la zona en el Neolítico, a
partir del milenio sexto a.C.
La economía de esta
primera civilización cretense se basaba principalmente en el cultivo
de cereales y verduras, además de en la cría de animales
domésticos.
Aproximadamente en
el año 3000 a.C., comienza a observarse el comienzo de la Edad del
Bronce en la isla. En estos momentos la población crea una pequeña
diferenciación entre dos tipos de sociedades, las que siguen
refugiándose en cuevas, por otra parte algunas aldeas se colocaban
en la parte superior de algunos montículos o zonas a través de los
cuales encontrarán una ventaja defensiva frente a sus enemigos, esto
da a entender que la transición a la Edad del Bronce fue una época
convulsa en la isla y que las disputas estaban a la orden del día.
La isla de Creta
goza de una situación privilegiada, pues se encuentra en el centro
de un mar muy frecuentado por comerciantes, esto produjo un rápido
desarrollo cultural en sus habitantes así como el dominio naútico
del mar Egeo.
La confianza en la
flota era tanta, que esto llevo a los cretenses a construir ciudades
y palacios sin fortificaciones defensivas. Siglos después este hecho
llevaría a engaño a algunos historiadores y arqueólogos haciendo
parecer que la civilización minoica tenía un tinte pacifista, nada
más lejos de la realidad.
La religión minoica
tenía como deidad suprema una diosa de la fertilidad, señora de los
árboles, de las montañas y de las fieras.
Algo llamativo de la
religión cretense es la ausencia de grandes templos monumentales, se
cree que los ritos religiosos podían realizarse en grutas secretas o
en pequeñas "capillas" en los palacios.
En el ámbito
artístico, esta civilización fue un álito de aire fresco para la
época, ya que pese a verse sométido a la influencia de la gran
potencia económica, política y cultural de la época, Egipto, en el
campo de las artes buscaron fórmulas propias alejadas de la
tradición egipcia, buscando inspiración en los paisajes propios de
la isla. Y a pesar de encontrar algunos rasgos característicos del
arte egipcio como puede ser el colocar a las figuras de perfil en las
pinturas, vemos como hay un claro interés por el naturalismo y por
la belleza de la imagen.
En cuanto a la
arquitectura cretense, los mayores ejemplos de ella son los palacios
señoriales. No se conoce el número exacto de palacios que
existieron pero poco a poco se van descubriendo cada vez más
detalles sobre estos. El más importante es el palacio de Knossós.
De este palacio se cree que surge el mito del minotauro, pues
constaba de una planta muy enrevesada e irregular, por ello sería
normal que los visitantes se perdieran en él y a partir de este
hecho comenzara dicho mito.
A día de hoy se
sigue desconociendo la causa del fin de esta maravillosa
civilización, es bien conocido que durante la existencia de esta se
sucedieron las diferentes destrucciones de grandes ciudades y
palacios, algunas veces a causa de volcanes, otras por terremotos o
incluso tsunamis. Pero siempre huvo una reconstrucción y posterior
renacimiento de las ciudades, hasta que finalmente por una causa
desconocida las antiguas grandes ciudades fueron abandonadas y
quedaron desoladas durante un largo tiempo.