viernes, 31 de julio de 2015

CLAUSTRO DE LA CATEDRAL DE GLOUCESTER

A menudo se aplica el término tardío a aquello que al parecer sigue quedando anclado en el pasado, aquello que no ha logrado superar la grandiosidad de formas pasadas, y que intenta barroquizarlas. Y esto mismo es lo que ocurrió con el final del gótico inglés o gótico tardío. Este, se da entre los siglos XIV y XV y podríamos destacar como rasgos generales el hecho de que la visualización exterior de la arquitectura que tanta importancia se había dado anteriormente, sobre todo en las catedrales góticas francesas, comienza a perder importancia y con frecuencia, esta estructura pasaba a ser ocultada.
A esto habría que añadirle, que aumentó el número de pináculos, gabletes, cornisas, hornacinas, etc., las tracerías de los vanos cada vez eran más complejas y además se aumentaba la altura de las torres con puntiagudas agujas caladas.



Los arcos ya no eran simples arcos ojivales, los maestros de obras comenzaron a experimentar con arcos con diferentes centros, los cuales les permitían un mayor juego con las curvas y las formas, ejemplos de estos podrían ser, los mixtilíneos, los carpaneles o los conopiales. La mayoría de estos arcos perdieron su labor estructural para convertirse en meros objetos de decoración.

Las bóvedas también comenzaban a transformarse poco a poco, pasando de la típica cubierta cuatripartita a unas complicadas ligaduras de nervios y terceletes lanzados entre las claves que los unían formando dibujos como flores o estrellas. Al igual que los arcos, estas formas arquitectónicas comenzaban a perder su valor estructural. Todo este tipo de nuevas formas, implicaba un cambio drástico en la formación y en el tipo de conocimientos que los maestros de obras debían poner en práctica, estos arquitectos, dada su complicada labor comenzarían a ser respetados en un mayor grado.

A parte de todo lo comentado a nivel arquitectónico, hay un cambio muy importante a nivel geográfico, Francia deja de ser el centro artístico europeo debido a la Guerra de los Cien Años y por los constantes enfrentamientos entre los Borgoñes y los Armagnacs. A esto se le añade que el continente se encontraba cada vez con una mayor y más rápida comunicación entre países, esto provocará que cualquier nueva aportación al mundo artística sea rápidamente exportada a otros lugares del mismo.

En estos momentos, es Inglaterra el lugar donde se darán gran parte de estas innovaciones, dando lugar al llamado “gótico perpendicular” (perpendicular style), también llamado opus anglicanum, por oposición al opus francigenum del siglo XIII, un nuevo estilo que será mayoritario en las islas británicas a partir de mediados del siglo XIV. Y quizás podamos encontrar que el elemento arquitectónico que mejor define este nuevo estilo sea la bóveda en abanico (fan vaulting).

La diferencia principal con la bóveda de crucería sería el abandono de la curva convencional del arco apuntado. En el caso de la bóveda de abanico esta curva esta formada por varios arcos de elipse formando varias curvaturas diferentes. Esta nueva disposición permitirá colocar todas las claves en un mismo plano, dando como resultado una sucesión de pirámides curvilíneas.

Todos los nervios del abanico tienen la misma curva y colocados de formar equidistante dispuestos sobre una curva continua, además la mayoría de ellos tan solo cuentan con una función meramente estética, aunque, si existían algunos nervios con una función de descarga de las fuerzas.

La primera manifestación de este perpendicular style la podemos encontrar en la que fuera abadía benedictina de Gloucester, actualmente catedral de Gloucester, más concretamente en su claustro.

La catedral de Gloucester, está situada en la ciudad brítánica del cual acoge su nombre, en el suroeste de Inglaterra. Fue construida a lo largo de muchos siglos y combina elementos románicos, de arquitectura gótica y de gótico perpendicular.
En el lugar donde se creó la catedral se había rendido culto durante más de 1300 años. En el año 679 el príncipe de Mercia, Osric, funda en ese mismo lugar un pequeño monasterio anglosajón. Esa primitiva comunidad incluía monjes y monjas y estuvo bajo el mando de Kyneburga (hermana del príncipe Osric). A comienzos del siglo XI, los monjes de la orden benedictina fueron a vivir y trabajar a este monasterio. En el año 1089, Guillermo el Conquistador mandó la construcción del edificio actual y se le llamó Abadía de San Pedro. En 1541 Enrique VIII disolvió la abadía y fundó la catedral para la nueva diócesis anglicana de Gloucester.

Este último período de la arquitectura gótica inglesa, no hace más que enfatizar, como ya dije anteriormente, y desarrollar las características de la fase anterior (decorated).

A pesar de que el nacimiento del gótico perpendicular se ha querido situar en la corte de Londres, ha sido la abadía de Gloucester la que ha jugado un papel fundamental en el origen del Gótico perpendicular inglés, tanto en la parte reformada de la cabecera de la iglesia, como en el claustro edificado bajo el mandato de los abades Horton y Frocester (1351-1407). Tanto los muros como los ventanales presentan un mismo tipo de cerramiento, en el que triunfa la ley de división vertical, con nervios finos y secos, que arrancan desde el suelo y son entrecortados por otros horizontales, disponiendo series continuas de paneles rectangulares superpuestos. Por contraposición a estas mallas verticales, claramente ordenadas, los abovedamientos adquieren una forma complicada y fantástica, con múltiples nervios: son las bóvedas en abanico. Son planas en su parte superior, decoradas con cuadrifolios, adoptan en descenso forma de medios conos invertidos aplicados a la pared y surcados por múltiples nervios dispuestos como las varillas de un abanico. En ocasiones, las claves pendientes completan la decoración de estas bóvedas, que exigen gran maestría técnica, y que con frecuencia se hallan realizadas en madera. Estas nuevas formas perdurarán en Inglaterra hasta bien entrada la Edad Moderna.
La repentina construcción de este nuevo estilo en el claustro hace pensar que ya existía un equipo de canterios que utilizaban técnicas especialmente avanzadas en la ciudad de Gloucester.

Esta nueva construcción que se produce en la abadía está impulsada por las peregrinaciones a la tumba de Eduardo II, asesinado en 1327 por su mujer. El abad Wigmore entre 1329 y 1337, sin tocar la construcción románica, la revistió en la zona del presbiterio y del brazo sur del crucero con una pantalla compuesta de paneles rectangulares, dispuestos verticalmente, y superpuestos a lo alto de los tres pisos de la articulación mural anterior. La bóveda del presbiterio se construye en tiempos del abad Adam de Staunton, entre 1337 y 1357, mientras que el claustro es comenzado por el abad Thomas Horton, que dirige el monasterio entre 1351 y 1377, siendo terminado por su sucesor el abad Frocester, que muere en 1407.
Este nuevo estilo introducido en la abadía, se desarrolla por todo el oeste de Inglaterra con bastante celeridad. Como ejemplo la capilla de la Virgen en Hereford, comenzada en 1359, aunque destruida actualmente, se sabe por algunos dibujos que estaba cubierta por bóvedas de abanico.

En el último tercio del siglo XIV se realizan importantes modificaciones en las catedrales de Canterbury, Winchester y Cork.
Hacia el año 1400, los recrudecimientos de la peste, el advenimiento de la dinastía Lancaster, haciendo pesar fuertes amenazas sobre los bienes de la iglesia, y las consecuencias de la guerra contra los franceses se convierten en factores que ralentizarán este nuevo empuje constructivo, aunque en ningún caso acabarán con él.

BIBLIOGRAFÍA


 Juan Vicente García Marsilla (dir). Carles Mancho, Isabel Ruiz de la Peña. Historia del Arte medieval. Universitat de València. 2012 p. 324 en adelante.



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